(cortesía de la Sociedad Española de Divulgadores Espíritas)
El libro ¿Qué es el Espiritismo? es lo más recomendable para empezar.
A partir del cual si hay interés en seguir profundizando se recomiendan estos libros que constituyen esencialmente la revelación espírita, publicados por Allan Kardec, por orden cronológico:
El Libro de los Espíritus
(1857): Contiene los principios de la Doctrina Espírita. Trata sobre la
inmortalidad del alma, la naturaleza de los Espíritus y sus relaciones
con los hombres, las leyes morales, la vida presente, la vida futura y
el porvenir de la humanidad; según la enseñanza dada por los Espíritus
superiores con la ayuda de diferentes médiums, recopilada y puesta en
orden por Allan Kardec. Se divide en cuatro tópicos: «Las causas
primarias»; «Mundo espírita o de los Espíritus»; «Las leyes morales»; y
«Esperanzas y consuelos».
El Libro de los Médiums
(1861): Orienta la conducta práctica de las personas que ejercen la
función de intermediarios del mundo espiritual con el material. Muestra a
los médiums los inconvenientes de la mediumnidad, sus virtudes y los
peligros provenientes de una facultad descontrolada, sobre todo cómo
obtener contactos provechosos y edificantes junto a la espiritualidad.
La obra demuestra las consecuencias morales y filosóficas consecuentes
de las relaciones entre lo invisible y lo visible. Es el mayor tratado
de paranormalidad escrito.
El Evangelio según el Espiritismo
(1864): Se trata de la parte moral de la Doctrina Espírita. Enseñanza,
teoría y práctica del Cristianismo esencial. Contiene comentarios sobre
los principales pasajes de la vida de Jesús y el sermón de la montaña,
elaborados por Allan Kardec y por los Espíritus Superiores. Muestra que
las parábolas existentes en el Evangelio, que a los ojos de los humanos
parecen fantasías, en realidad expresan el más profundo código de
conducta moral de que se tiene noticia.
El Cielo y el Infierno
(1865): En este libro, a través de la evocación de los Espíritus, Allan
Kardec presenta la verdadera fase del deseado cielo, del temido
infierno, como también del llamado purgatorio. Pone fin a las penas
eternas, al demostrar que todo en el Universo evoluciona y que las
teorías sobre el sufrimiento en el fuego del infierno nada más son que
una alusión simbólica. Comunicaciones de Espíritus desencarnados, de
cultura y hábitos diversos, son analizados y comentados por el
Codificador, mostrando la situación de felicidad, de arrepentimiento o
de sufrimiento de quienes habitan en el mundo espiritual.